Para la mayoría de las manchas como cal, aceite, vino, comida, óxido o metal, hay que aplicar jabón neutro sobre la zona afectada, dejar actuar unos minutos y frotar suavemente de manera circular si es necesario utilizando un paño de microfibra; coger una bayeta húmeda para aclarar y eliminar cualquier residuo de jabón si lo hubiera. Por último, secar con papel de cocina y comprobar que no queden restos de manchas.
En concreto, para las encimeras de Silestone, NO se recomienda el uso de acetona, disolvente universales, hidrofugante o selladores para realzar el brillo, desengrasantes como los que usamos para limpiar el horno, sosa cáustica, amoniaco, decapantes, etc.